ORIGEN DE LAS AVES

 



Muchos investigadores están de acuerdo en afirmar que las aves surgen a finales del Cretácico y que, durante la gran extinción del K/T fue cuando las aves actuales comenzaron a diversificarse. Los distintos autores que apoyan esta teoría se basan en estudios realizados sobre los ejemplares de Archaeopteryx en los que se demuestran, además de la presencia de protoplumas, que poseían un gran sentido de la orientación, características que confieren a la especie la capacidad de vuelo.

Otra teoría acerca del origen de las aves modernas, las sitúan en el mismo marco temporal que el de los dinosaurios no-avianos, por lo que las aves convivieron con los dinosaurios y no aparecieron una vez se estinguieron estos. Esta teoría se apoya en el estudio de fósiles de 71 m.a. de antigüedad hallados en la Antártida, pertenecientes a una especie nueva (Vegavis iaai). El análisis histológico de los huesos establece semejanzas con el grupo de los Anseriformes, por lo que V. iaai estaría relacionado filogenéticamente con el grupo de los patos y los gansos.


Tras la extinción de los dinosaurios, hace 66 millones de años, se extinguieron muchos tipos de reptiles, otros animales terrestres, animales marinos y diversas clases de plantas. Este gran cambio en la vida de la Tierra marcó el fin del período Cretácico y el principio del Terciario.

Sin los dinosaurios, había mucho más espacio para otros animales, y los mamíferos y las aves supieron aprovecharlo. Las aves acuáticas y terrestres evolucionaron rápidamente.

Los fósiles de ave son muy escasos. Para volar, las aves han desarrollado cuerpos muy ligeros. Muchos de estos huesos son frágiles, delgados y huecos. El esqueleto de un ave muerta no dura mucho tiempo tiene pocas posibilidades de convertirse en fósiles.

Aves voladoras.

Neanis: Quizá perteneció al grupo del pájaro carpintero. Vivió hace 45 millones de años, en el Eoceno, y se han encontrado los fósiles de este ave primitiva en EE.UU.


 

Aegialornis: Era un ave primitiva parecida al vencejo, mucho más pequeño que las monstruosas aves prehistóricas. Tenía alas curvas en forma de hoz. Vivió hace unos 30 millones de años, en el Oligoceno, en Francia.


Osteodornis: Ave prehistórica que parecía un gigante alcatraz moderno. Probablemente se lanzaba en picado sobre el mar para atrapar peces con su largo pico. Vivió hace de 20 a 10 millones de años, en el Mioceno.


Presbyornis: Era una zancuda primitiva y cabeza parecida a la de un pato. Medía unos 60 centímetros de altura. Vivió en el período Eoceno, en EE.UU.


Proardea: Era una versión prehistórica de la garza actual. Tenía el pico y el cuello largos, igual que las patas. Alcanzaba los 70 centímetros de altura. Vivió en el Eoceno y sus fósiles se encontraron en Inglaterra.


Argentavis: Fue probablemente la mayor ave voladora. Los fósiles de este gran ave rapaz, demuestran que se parecía a un buitre gigante. Pesaba 10 veces más que el ave rapaz más pesada actual, el cóndor andino. Con una envergadura de 7 metros y medio, probablemente pesaba más de 110 kilos, casi lo mismo que un avestruz actual. Vivió hace desde 6 hasta 5 millones de años, a principios de la época del Plioceno en el sur de Sud América.

El Dr. Kenneth E. Campbell parado frente a una copia del Argentavis en el Museo de Historia Natural en Los Ángeles.


Archaeopsittacus: También llamado loro primitivo. Tenía un fuerte pico ganchudo. En sus patas, dos dedos apuntaban hacia atrás y otros dos hacia delante, lo que le proporcionaba un agarre fuerte. Era un excelente trepador. Vivió en el Oligoceno.



Aves corredoras.

Tras desaparecer los dinosaurios, algunas aves empezaron a cazar presas a la carrera. Al cabo de millones de años, desarrollaron patas cada vez más grandes, con lo cual podían correr cada vez más rápido. Para cazar presas mayores, sus cuerpos también crecieron. Al hacerse sus cuerpos más pesados, no pudieron volar.

 

Diatryma: Esta enorme ave corredora era más alta que un hombre y cazaba pequeños mamíferos herbívoros.  Durante millones de de años, este ave no tuvo rival entre los depredadores. Normalmente cazaba pequeños mamíferos herbívoros. Corría sobre dos robustas patas, perfectamente adaptadas para alcanzar grandes velocidades. Como algunos dinosaurios depredadores, usaba sus grandes patas provistas de garras como arma para abatir a su víctima. En realidad, sus plumas eran muy ligeras, finas y flexibles para permitirle correr a la máxima velocidad, parecidas a las de las aves actuales. Tenía tres largos dedos provistos de garras en cada pata, y un cuarto que apuntaba hacia atrás. Cuando sujetaba a su víctima firmemente con el pico, sus afiladas garras desgarraban la carne. A diferencia del emú y el avestruz actuales, tenía la cabeza muy grande en comparación con el cuerpo. Desde el cuello hasta la punta del pico, su cabeza medía 70 centímetros, lo mismo que la de un caballo. En la parte anterior tenía un inmenso pico curvo muy duro, parecido al de un loro actual, pero mucho mayor. Alcanzaba unos 2 metros de altura. Vivió hace unos 50 millones de años, en el Eoceno, recorriendo todo el continente norteamericano y Europa.


Phororhacos: Era otra gigantesca ave corredora, con alas minúsculas, inútiles para volar. Este despiadado depredador terrestre cuando atrapaba a su presa, utilizaba su pico ganchudo de águila para arrancar la carne. Vivió hace unos 20 millones de años, en el Mioceno, y merodeaba por la Patagonia, en América del Sur.


Dromornis: Fue la mayor ave prehistórica, con la especie Dromornis stirtoni. Esta enorme ave corredora parecida al emú alcanzaba la altura de un oso polar y pesaba cuatro veces más que un avestruz. Los restos fósiles de varios huesos de sus patas se encontraron en Alice Springs, Australia Central, en 1974. Vivió hace más de 11 millones de años, en la época del Mioceno.


Aepyornis: Fue un ave que ha sobrevivido hasta hace poco. Los huesos de esta gran ave corredora se encontraron en los pantanos de Madagascar. Era probablemente de las más pesadas. Medía 3 metros de alto. Vivió hace casi 2 millones de años.


 Dinornis: Fue otra ave que ha sobrevivido hasta hace poco. Medía 3 metros y medio de alto y vivió en Nueva Zelanda.



 



Fatbirder's Top 500 Birding Websites